miércoles, noviembre 07, 2007

Figuras extrañas.

Un niño capaz de simbolizar emociones.
Un canario cantando en la ducha.
Una idea práctica para renovar la alfombra.
Un muerto con lágrimas de peces.

Un mar eterno.
¿Como hablar de eternidad?
Horrible seria negar absolutamente la posibilidad de tal concepción, pero tampoco
podemos dar crédito a una visión inimaginable. Extraña eternidad que no se puede conocer, pero realmente ¿conocemos algo? Aunque bien podemos presumir conocer la cuchara que utilizamos para alimentarnos o afirmamos conocer nuestro cuerpo, cierto es que aquello que 'pretendemos' conocer nunca es totalmente conocido. Si conocemos una pelota, no conocemos lo desconocido de la pelota, precisamente cualquier objeto presente en el medio tiene aspectos desconocidos, aún para el mismo inventor.

No conocemos, ni siquiera a nosotros.
Ridiculo es hablar de religión.

3 comentarios:

Esteban Córdova dijo...

mañana me lo explicas

Javo dijo...

Tienes razon...pero acaso no es eso lo bello de la vida? tener algo desconocido algo por lo que arriesgarse, algo que descubrir cada vez para despues darnos cuenta que tal vez ibamos por la pista equivocada...el dinamismo que permite todo esto es sencillamente maravilloso... y es que de todas las cosas ninguna puede conocerse al 100% lo comparto...y es que de todas las cosas lo mas dificil de conocer es a uno mismo... ^^

Kristian dijo...

ESAS SON LAS COSAS KE SORPRENDEN EN LA VIDA !

TIEMPO SIN PASAR
Y TIEMPO TU SIN ACTUALIZAR.

KE TODO ESTE BIEN

BESO.